Por Ilán Semo
Académico del Departamento de Historia de la Ibero
Hasta la presidencia de Obama, los políticos afroamericanos que habían ocupado altos cargos –como Condoleezza Rice en la administración de Bush II– se habían comportado como políticos blancos del mainstream (con toda la amplitud que ello puede significar) salvo notables excepciones. Una performance que el stablishment normalmente agradece y aplaude en Washington. Visto desde su campaña electoral de 2008, el caso de Obama era distinto. Al reto de una política de reformas sociales se aunaba el desafío de una práctica que pudiera cerrar brechas en el abismo de la conflictualidad racial de Estados Unidos.
Para Obama, incluso antes de ingresar a la presidencia, la situación se tornó en un auténtico crucigrama de obstáculos y condiciones realmente desfavorables. En noviembre de 2008, el colapso de Wall Street trajo consigo el colapso de las finanzas mundiales. Le siguió la crisis económica más severa desde 1929. Peor no podía ser.
Y comenzó el principio de un giro o casi una vuelta en “u”. Obama optó por negociar todo su programa con tal de mantenerse a flote. Lejos de recurrir a la base social que lo había llevado a la Casa Blanca, le dio la espalda. El político convencional de Harvard parecía imponerse al activista militante de Chicago. Renunció al apoyo al desempleo, a intervenir en favor de quienes habían perdido sus casas en la crisis; se distanció del programa de reformas sociales (con excepción de una exigua reforma del sistema de salud pública) y del intento inicial de disminuir el poder de los militares. Lo único que logró mantener fue ese neokeynesianismo orientado a salvar empresas (y con ello, hay que decirlo, empleo), pero no a proteger a consumidores y trabajadores, tal y como lo dictaba la teoría antigua. Una política, por cierto visiblemente exitosa, llevada a cabo contra viento y marea.
¿Quién es Obama? No hay duda de que se trata de un político con habilidades extraordinarias para mantenerse a flote ¿Pero será su segundo período distinto?
miércoles, 28 de noviembre de 2012
martes, 13 de noviembre de 2012
Otorgan a la Ibero el Premio Jerusalem 2012
- El Rector, doctor José Morales Orozco, recibe el galardón a nombre de la comunidad Ibero
La
Universidad Iberoamericana fue condecorada con el Premio Jerusalem
2012, que en manos de su Rector, doctor José Morales Orozco, recibió
este reconocimiento,
otorgado anual e internacionalmente por el Departamento de Actividades
Sionistas, la Organización Sionista Mundial, la Municipalidad de
Jerusalem y el Consejo Sionista de México
El
Jerusalem es un premio al espíritu humanista de justicia e
identificación entre los hombres y los pueblos, otorgado a personas e
instituciones que
por su trayectoria y aportaciones han logrado distinguirse en México,
porque a pesar de no ser judíos se han identificado plenamente con
Israel.
A
nombre de la universidad, el Rector Morales Orozco dijo sentirse
honrado por ser acreedora la Iberoamericana a este reconocimiento que
representa lo
que se hizo, lo que se hace, y ser un impulso e invitación a que la
Ibero siga siendo un instrumento de la sociedad civil de búsqueda de
relaciones armoniosas entre la comunidad de México, la judía y el pueblo
de Israel.
Es
además un premio a las relaciones de respeto, cordialidad y apertura
que caracterizan la convivencia en la comunidad universitaria, de la que
los
miembros de la colectividad judía son una parte esencial, activa y
plenamente integrada “que nos enriquece como personas y grupo”.
Son
muchos los amigos, bienhechores, alumnos y ex alumnos judíos de la
Ibero que coinciden con el espíritu que anima a esta universidad, y son
muchas
también las iniciativas a favor de México, que han derivado de ese
estrecho vínculo, añadió el Rector Morales.
Son
ejemplo el intercambio desde hace 30 años con la Universidad Hebrea de
Jerusalem, la estrecha relación que la Ibero guarda con colegios y
preparatorias
judías en México y el enorme prestigio que ha alcanzado su Programa de
Cultura Judaica, por lo que quienes profesen la religión judía pueden
tener la seguridad de que seguirán encontrando en la Ibero una comunidad
abierta y cordial.
La
embajadora de Israel en México, Rodica Radian-Gordon, resaltó que el
Premio Jerusalem se destina a quienes laboran en pro del acercamiento de
la sociedad
mexicana con la israelí y el pueblo judío. Es el caso de las
universidades, promotoras de ideas, iniciativas y relaciones entre
pueblos que se construyen de abajo hacia arriba, y así complementan los
lazos formales entre los gobiernos.
Programas
como el de Cultura Judaica de la Universidad Iberoamericana contribuyen
a un conocimiento recíproco más profundo, por lo que es uno de los
mejores ejemplos de acercamiento generado por el diálogo desde las
bases.
Dicho
programa, en funciones desde el año 2000, ha alcanzado un nivel muy
reconocido gracias a su coordinadora, la doctora Shulamit Goldsmit
Brindis,
“cuyo premio también recibió su querido esposo Miguel Ángel Granados
Chapa, que en paz descanse”.
En
la ceremonia protocolaria también participaron como oradores David
Beja, vicepresidente de la Comunidad Sefaradí; Ariel Hojchman,
presidente del Consejo
Sionista de México, y Mauricio Lulka, director del Comité Central de la
Comunidad Judía de México.
Por
parte de la Ibero acompañaron al Rector diversos académicos y
autoridades, como la doctora Shulamit Goldsmit Brindis, coordinadora del
Programa de
Cultura Judaica; el maestro Jorge Smeke Swaiman, director del
Departamento de Estudios Empresariales; la maestra Raquel Druker
Szniger, directora de Prepa Ibero; entre otros.
miércoles, 7 de noviembre de 2012
Celebra 45 años Doctorado en Ciencias Sociales y Políticas
El Doctorado en Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana cumple 45 años de formar a científicos sociales, capaces de generar y aplicar el conocimiento, desde una perspectiva crítica y constructiva, a los programas sociales y políticos actuales, refirió el coordinador de este programa, Óscar Martínez.
Lo anterior, en el marco del Seminario “Ciudadanía y política social”, realizado en esta casa de estudios, para celebrar los 45 años de actividad académica de este doctorado, uno de los más antiguos y prestigiosos del país.
En el seminario se expusieron temas de desarrollo social, procesos de descentralización en México y análisis de los programas sociales y su impacto real en los beneficiarios.
El doctor Martínez, abundó que el seminario fue una oportunidad para que desde la academia se determine si los programas sociales que se han entablado están construyendo ciudadanía o están formando clientelas políticas.
Por su parte, el académico Rogelio Cogco Calderón, de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, expuso que la falta de transparencia de recursos en entidades municipales, las condiciones adversas en lo financiero, técnico y humano de municipios marginados, frena la descentralización y la construcción de ciudadanía en México.
Lo anterior, en el marco del Seminario “Ciudadanía y política social”, realizado en esta casa de estudios, para celebrar los 45 años de actividad académica de este doctorado, uno de los más antiguos y prestigiosos del país.
En el seminario se expusieron temas de desarrollo social, procesos de descentralización en México y análisis de los programas sociales y su impacto real en los beneficiarios.
El doctor Martínez, abundó que el seminario fue una oportunidad para que desde la academia se determine si los programas sociales que se han entablado están construyendo ciudadanía o están formando clientelas políticas.
Por su parte, el académico Rogelio Cogco Calderón, de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, expuso que la falta de transparencia de recursos en entidades municipales, las condiciones adversas en lo financiero, técnico y humano de municipios marginados, frena la descentralización y la construcción de ciudadanía en México.
Detalló que existe una gran área de oportunidad para la investigación, al observar cómo los procesos de descentralización han sido verticales, “de arriba hacia abajo, lo que genera muchas distorsiones para los acuerdos desde los municipios hacia la Federación”.
En la ponencia “Descentralización, política social y ciudadanía: un proceso de construcción”, apuntó que la entrega de los programas sociales que provienen del gobierno federal, está condicionada por actitudes corporativas y clientelares y muchas veces los beneficios llegan a municipios de muy alta marginación que carecen de capacidad para su entrega eficiente.
En el seminario también participaron Clara Jusidman, del Incide Social; Mario Herrera, de Flacso; Jorge Arzate Salgado, de la UAEM; Felipe Hevia, del CIESAS Golfo; Manuel Canto, de la UAM-Xochimilco, y Anahely Medrano, de la UAM Cuajimalp
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