Doctor Francisco Galán Velez
Director del Medio Universitario, UIA.
Es un contraste que raya en lo brutal. Se puede ver bien cada mañana que estamos parados sobre el último de los puentes. Ahí se ven las dos barrancas. En ambas barrancas se muestra una falta de respeto a las reservas ecológicas.
En una barranca ya llega el edificio hasta la altura de los coches, seguro anunciarán edificios con vista a la quietud (por lo menos en la tarde noche cuando nadie se mueve ahí).
El santa fe en el que estoy no parece interesarse en ese otro, salvo algunas excepciones. Podríamos hablar de los lugares para comer de ambos, de los edificios de vivienda, de las instalaciones deportivas o incluso de las iglesias.
No pretendo exacerbar los ánimos. Cuando el plantón de Reforma de AMLO, se organizaron tours a ver el santa fe de acá. Jesusa Rodríguez vino a hacer objeto de su falsa indignación a mi querida Ibero.
Lo de la barranca sí me irrita pero, ya lo dije, por la falta de respeto a un largo plazo sostenible. ¿En cuánto tiempo nos quedaremos aquí sin agua? Y siguen construyendo …
A SERVIMET se le olvidó hacer salidas suficientes (supongo que podemos echarle la culpa a ellos).
Al gobierno de AMLO se le olvidó expropiar lo último para culminar la faraónica obra de los puentes y ahí nos quedamos parados en la increíble llave de sol, que ni Dalí pudo haber imaginado para el remate de los puentes. Sí, ya lo sé, la irresponsabilidad es nuestro patrimonio.
En los puentes hay un abismo de por medio, en la vasco de Quiroga sólo una glorieta, pero -como en Tijuana- ¡qué lejos estamos del otro lado! Hagamos algo porque ya casi nos alcanza el destino.
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