El Centro de Ingeniería y Tecnología de Rehabilitación (Citer), uno de los proyectos más queridos e importantes que se han logrado crear en la Universidad Iberoamericana, cumplió 10 años de haber sido fundado, con el fin de trabajar por una sociedad más justa y solidaria, a través de la docencia, investigación y atención a personas con discapacidad.
“Nuestros pacientes son el centro y propósito de la atención que brindamos, ellos nos dan vigencia”, dijo el maestro Jorge Letechipía Moreno, coordinador del Citer, un centro que según sus palabras está dedicado a dar tranquilidad y esperanza, y que ofrece una mejor calidad de vida, la de vivir sin dolor y con la posibilidad de sonreír.
El centro se dedica a desarrollar dispositivos biomédicos con implicaciones sociales y personales muy complejas, por medio de tecnología que empodera a las personas con discapacidad, pues a muchas de ellas las transforma de espectadores a actores de su propia vida, al brindarles equipos que reducen su dependencia de otros sujetos.
En los próximos 10 años se tiene planeado hacer del Citer el centro de tecnología en rehabilitación más importante de América Latina, lo que implicará tener presencia en varios estados de la República Mexicana y en otros países del continente, como Colombia, donde ya se encuentra el primer Citer fuera de nuestro país.
Se pretende también certificar en tecnología de rehabilitación a médicos, técnicos y terapeutas, además de diseñar juegos y juguetes para niños con discapacidad, comentó Letechipía.
Durante la ceremonia que conmemoró el aniversario, el Rector de la Universidad Iberoamericana, doctor José Morales Orozco, agradeció a quienes han colaborado en el proyecto del Citer, porque han hecho realidad y dado vigencia a los valores de la Ibero, al apoyar a los más necesitados, a quienes sirve a través de la tecnología.
Es tal la importancia del centro que se debe buscar su crecimiento en tamaño y calidad, para que sea más conocido y obtenga mayores apoyos para sus proyectos, que son del Citer, la Ibero y la Compañía de Jesús (institución a la cual está confiada la universidad).
El doctor Jesús María Soto Castaño, director de Ingeniería Biomédica de la Escuela de Ingeniería de Antioquia, mencionó que el apoyo de la institución que coordina Jorge Letechipía les permitió construir juntos el Citer Medellín y “montar una política de apoyo a la discapacidad en Colombia”, el mayor aporte del Citer México.
En la ceremonia también estuvieron la maestra Patricia Espinosa Gómez, directora de la División Ciencia, Arte y Tecnología, y el maestro Jorge Martínez Alarcón, director del Departamento de Ingenierías de la Ibero.
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